miércoles, 12 de diciembre de 2012

1 El tortuoso viaje de un secreto que llegó a mi copa de manos de un mariscal francés y a punto estuvo de perderse por el camino.

Dicen que hacerse adulto es perder la capacidad de asombro y es por ello que disfruto de cada pequeña gota de magia o misterio que despierta el interés por aquello que no conozco. ¿Quién no encuentra algo de entusiasmo infantil cuando rebusca entre cuentos y leyendas de origen medieval?, ¿o se deja naufragar en las ocultas aguas de fórmulas secretas o libros de alquimia?

De este extenso mar de textos prohibidos y experimentos bajo techo surgen historias increíbles, como la que envuelve al licor de Chartreuse, cuyo origen nos remonta al París del comienzos del XVII.

Como si fuera uno de esos muchos secretos que permanecieron ocultos entre los muros de los monasterios de la Edad Media, aparece de manos del mariscal D´Estreès un manuscrito. Uno que nadie sabe de dónde viene, ni quién lo crea, pero aparece para ser entregado a los monjes cartujos de la región de Chartreuse.

No puedo evitar pensar en el manuscrito Voynich, una obra que hoy en día se conserva en la universidad de Yale y que parece provenir de una época similar. Nadie sabe qué dice, pues no se reconoce el idioma, ni de dónde viene, ni a quién va dirigido…pero se puso mucho empeño en cifrarlo ¿por qué ocultarlo? ¿de quién? ¿cual es el secreto?

Voynich1

Pero es obvio que se trata de un texto de carácter botánico, quizás alquímico. Y no puedo dejar de pensar ¿Cuántas maravillas produjeron los laboratorios de estos magos de elixires que tanto empeño pusieron en encontrar la piedra filosofal? Quizás el licor de Chartreuse fue producto de uno de esos experimentos.

Mientras Europa jugaba con destiladores en los cuartos traseros, temiendo el dedo acusador del inquisidor, se fueron sentando las bases de productos, que siglos más tarde, harían las delicias de los paladares más exigentes.

Todavía hubo de sobrevivir a la Revolución Francesa,  aquella que rebanó el cuello a aristócratas y eclesiásticos por igual (y a todo aquel que osara discrepar) y sufrir el devenir de la orden cartuja, entre desamortizaciones y destierros, uno de los cuales condujo a nuestros monjes hasta Tarragona, donde estuvieron produciendo hasta 1989, formando parte importante de la historia de Chartreuse.

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En 1929 los monjes recuperan el uso de la denominación Chartreuse y reanudan la destilación en Francia, en su antigua destilería de Fourvoirie construida en 1860, cerca del Monasterio de la Grande-Chartreuse, hasta que que queda destruida en 1935 por un corrimiento de tierras y trasladan su producción a Voiron, donde se elabora actualmente después de cerrar la destilería de Tarragona .

Más de 130 plantas son utilizadas para elaborar este elixir, que con acierto fue nombrado “Elixir de Vida” (¿o alguien puede negar el irónico paralelismo con el “Agua de Vida Eterna” o Santo Grial?).

Su maceración le otorga ese color verde intenso que recuerda a los campos, a la vegetación exuberante que lo identifica con la propia naturaleza, que lo convierte en una experiencia similar a beberse la historia.

No es solo cautivador su aroma de botica, de menta anisada, de enebro, de pino… sino el  brillo de río, de reflejo de estanque entre bosques.

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Aunque su fórmula es secreta, sabemos que se utilizan 130 variedades de plantas, que se entregan al monasterio a razón de 18 toneladas por año. Son transportadas a la “sala de las plantas” donde se desecan, se separan, se trituran, se pesan y mezclan. De aquí son entregadas a la destilería de Voiron.

Allí se maceran en alcohol según la familia de cada planta antes de ser vertidas al alambique de cobre (como manda la tradición) con doble fondo, por donde circula el vapor y permite que el alcohol se aromatice.

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El resultado es un producto llamado alcoholato.

Cada alcoholato de cada familia botánica es mezclado en una mágica proporción junto a miel, jarabe de azúcar y una decocción de plantas que da lugar a su característico color 100% natural

Dentro de Chartreuse, además de los clásicos verde y amarillo, podemos encontrar el licor del 9º Centenario, creado en 1984 para conmemorar el 900º aniversario de la fundación de la “Grande Chartreuse” por San Bruno, el Chartreuse V.E.P.(Envejecimiento Excepcionalmente Prolongado), que es elaborado según los mismos procedimientos y fórmula secreta que el Chartreuse tradicional pero su envejecimiento prolongado le permite adquirir un sabor y una finura incomparables y el Elixir Vegetal, de 71º, elaborado por los Padres Cartujos desde 1737 según la formula del manuscrito que les remitió el Mariscal D´Estreés.

 

 

En 2009, el barman David Solmonson desarrolló el proyecto 12 Bottle Bar, en el que exponía que son sólo 12 las botellas necesarias para elaborar  infinidad de cocktails. Si yo me adscribiera a su teoría, he de decir que Green Chartreuse estaría en mi selección final pues confiere mucha complejidad a nuestras creaciones.

Os dejo alguna de las recetas con Chartreuse que nos encantan:

Nuclear Daiquiri

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Fantástico cocktail creado por Gregor De Gruyther (1979-2009) en el Lab de Londres, donde el Chartreuse Verde cobra especial relevancia con su profundo aroma resinoso, de pino de bosque y demás extractos de hierbas. Dónde los sabores de la lima, el jengibre y el clavo del Falernum conjugan perfectamente con el fondo frutal y especiado del "Wray & Nephew Overproof”, dando una complejidad sorprendente a este  fantástico y nuclear Daiquiri.

1 oz Wray & Nephew Overproof Rum

3/4 oz Green Chartreuse

1/4 oz falernum

1 oz lime juice

Rubicon

Jamie Boudreau a través de su plataforma “Raising the Bar” nos prepara este fantástico cocktail,  donde a través del calor cambia las propiedades de un espirituoso. Una gran parte  alcohol se quema junto con el romero, que mientras arde libera una gran cantidad de aromas y aceites que hace que  ​​los botánicos del Chartreuse  aparezcan  y tomen protagonismo, integrándose  de una manera sencilla y determinante en la mezcla final. Como colofón al apagar las llamas con el resto de la mezcla un espeso humo blanco que nos transporta a las antiguas boticas , un espectáculo digno del mismo Nerón….

 

En un vaso bajo:

½ oz Green Chartreuse
1 ramita de romero

Encender el Chartreuse y cocinar el romero durante unos segundos, a continuación…

En coctelera:
2 oz gin
½ oz maraschino
½ oz zumo de limón
Agitar y colar en el vaso apagando las llamas, acabar con hielo picado 
Si queréis saber más aquí os dejamos unos enlaces de interés.

Que los disfrutéis…

Ver, oír y mezclar

http://www.chartreuse.fr/index.php

http://delachartreuse.blogspot.com.es/

http://www.scoop.it/t/liqueur-chartreuse

http://spiritsandcocktails.wordpress.com/2007/07/13/molecular-mixology-iii-rubicon/

http://www.smallscreennetwork.com/raising_the_bar/

1 comentarios:

 

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